JALA NETI – LA DUCHA NASAL

(Del sanscrito:   Jala = Agua  y  Neti = Guiar)

Llegó el frío… y con él los catarros y gripes…

Si nos vemos afectados por éstos en las vías respiratorias altas (nariz, senos para-nasales, garganta, oídos y ojos) no podemos olvidarnos de los beneficios de esta milenaria y sencilla técnica yóguica, que nos ayudará a limpiar las mucosidades, residuos y bacterias acumulados en estas zonas del cuerpo. En estos casos, podremos practicarla hasta tres o cuatro veces al día, siempre en ayunas.

Si hemos tenido la gran suerte de habernos librado de padecer estos problemas de salud, podemos usarla también para prevenirlos. Entonces, podemos realizar esta práctica una vez al día, por la mañana nada más levantarnos o por la noche, antes de cenar o habiendo dejado el tiempo suficiente para hacer la digestión.

El asma, las rinitis y sinusitis, las alergias respiratorias o las bronquitis y neumonías, se pueden prevenir y aliviar con su práctica asidua.

La práctica constante de Jala-Neti también nos puede aportar:

  • Aumento de la capacidad respiratoria y del olfato.
  • Equilibrio en el sistema nervioso simpático y parasimpático.
  • Estímulo de la energía vital.
  • Alivio de los dolores de cabeza, incluso de las migrañas.
  • Desarrollo de la claridad  y concentración mentales.
  • Aumento de la intuición y la creatividad.
  • Mejora del tránsito intestinal.
  • Alivio del insomnio.

 

¿Cómo realizar Jala-Neti?:

Necesitamos un recipiente especial, llamado lota (fácil de conseguir, con capacidad para 400 c.c. de agua), en el que vertimos agua templada, sin cloro, y una cucharadita rasa de sal marina, bien diluida.

Lavado:

De pie, con la boca entreabierta, para respirar por ella, y la cabeza ligeramente inclinada sobre el lavabo y en posición oblicua respecto al tronco, se introduce el caño de la lota por una de las fosas nasales, para que, por la fuerza de la gravedad, el agua salga por la otra.  Se puede continuar hasta que la Lota se vacíe de agua y repetir todo el procedimiento para la otra fosa nasal o reservar la mitad del agua, según las necesidades.

Secado:

Con el tronco inclinado hacia delante, y cambiando la posición de la cabeza (hacia arriba, hacia abajo, y hacia la izquierda y hacia la derecha) realizar varias expulsiones cortas y rápidas por la nariz, hasta que no salga ningún resto de agua.

¿Qué problemas podemos encontrar?

Si la nariz está muy obstruida, no saldrá nada de agua en un principio y habrá que tener paciencia e insistir.

Si hemos echado demasiada sal o demasiado poca, notaremos escozor por dentro de los conductos, habrá que corregir este problema.

Si aún así molesta o sangra la nariz, interrumpir el proceso.

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